Este 26 de agosto marca el regreso a clases para 24 millones de estudiantes de educación básica en México. A pesar de un significativo aumento en la inversión en infraestructura educativa durante el actual y el anterior sexenio, muchos planteles aún enfrentan serias carencias. Entre los problemas reportados se encuentran la falta de acceso a agua potable, electricidad, sanitarios independientes y servicios básicos como lavamanos.

 

Inversión en Infraestructura y Desigualdades Persistentes

 

Entre 2013 y 2024, México destinó 451,230 millones de pesos a infraestructura educativa, una cifra seis veces mayor que el presupuesto aprobado para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) este año. De este monto, 316,579 millones de pesos se invirtieron en escuelas de educación básica. A pesar de estas inversiones, un informe elaborado por México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey revela que el 65% de las escuelas públicas aún operan sin computadoras o acceso a internet.

 

Marco Fernández, investigador en educación, enfatiza que las carencias en infraestructura afectan negativamente el aprendizaje. Según su análisis, las condiciones básicas de servicios públicos están directamente relacionadas con los niveles de desempeño escolar. “No es quiero hacer la escuela bonita, es que necesito hacerla un espacio digno para el aprendizaje,” explica Fernández. A pesar de estas necesidades, el seguimiento a las obras de infraestructura educativa por parte de las autoridades ha sido deficiente.

 

Problemas de Transparencia y Seguimiento

 

En los últimos 12 años, tanto durante el gobierno de Enrique Peña Nieto como en el actual de Andrés Manuel López Obrador, ha habido falta de transparencia en el uso de los recursos destinados a infraestructura educativa. El académico Marco Fernández señala que, aunque se registran el número de obras y el avance financiero, no se detalla el tipo de obra ni su avance físico. Esto significa que en dos de cada tres pesos destinados a infraestructura educativa no se sabe exactamente en qué se han invertido.

 

Durante los primeros cuatro años del sexenio actual, se reportaron 21,941 obras para educación básica por un total de 33,414 millones de pesos, aunque la cantidad presupuestada para ese periodo era de 58,054 millones de pesos. Esto indica que aproximadamente el 42% del presupuesto destinado no se ha reportado adecuadamente.

 

Desigualdades en el Acceso a Recursos Digitales

 

Las desigualdades en infraestructura educativa son evidentes, con un 40% de las escuelas públicas careciendo de servicios básicos, en contraste con solo el 8% de las escuelas privadas. Además, mientras que el 65% de las escuelas públicas no cuentan con internet ni computadoras, solo el 19% de las privadas enfrentan esta carencia. Fernández critica la falta de inclusión digital, destacando que solo el 35% de las escuelas públicas tiene acceso a estas tecnologías, lo cual limita la preparación de los estudiantes para el siglo XXI.

 

En este contexto, los estudiantes de 15 años deberán prepararse para el examen piloto de la prueba PISA 2025, que evaluará sus capacidades en matemáticas, lectura y ciencias. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha confirmado la aplicación de esta prueba en México, a pesar de un amparo interpuesto por la organización civil Educación con Rumbo para garantizar la participación del país.

 

Problemas Adicionales y Reformas Curriculares

 

El nuevo plan de estudios, implementado a partir del ciclo escolar 2023-2024, ha generado preocupación. A pesar de que un juez canceló un piloto para probar el nuevo modelo, la SEP lo implementó sin pruebas previas. Este cambio ha llevado a un aumento en el rezago educativo, con muchos estudiantes enfrentando deficiencias en habilidades básicas. Israel Sánchez, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, critica el impacto negativo del nuevo plan y los costos adicionales para las familias en cursos de regularización.

 

El regreso a clases este 26 de agosto destaca las persistentes dificultades en el sistema educativo mexicano, que enfrenta desafíos significativos en términos de infraestructura, acceso a tecnología y calidad del aprendizaje. Mientras tanto, la comunidad educativa y los responsables de políticas deberán enfrentar estos retos para asegurar una educación de calidad para todos los estudiantes en el país.

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