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En un anuncio, Atsuko Sato, dueña de Kabosu, la perrita shiba inu que se convirtió en una sensación global como el meme “Doge”, informó que Kabosu falleció a los 18 años. Kabosu había estado luchando contra la leucemia y enfermedades hepáticas, y finalmente cruzó el “puente del arco iris” la mañana del 24 de mayo.

“A todos los que amaban a Kabosu, esta mañana Kabosu cruzó el puente del arco iris. Muchas gracias a todos por su apoyo a lo largo de los años”, escribió Sato en una emotiva publicación en su blog. Añadió que Kabosu se fue en paz, sin sufrimiento, y expresó su gratitud a todas las personas que habían mostrado cariño y apoyo a su querida mascota.

Sato expresó conmovida: “Estoy segura de que Kabosu era el perro más feliz del mundo. Eso me convierte en la propietaria más feliz del mundo. Me gustaría expresar mi más profundo agradecimiento a todos los que nos han enviado tanto amor”. Estas palabras reflejan la profunda conexión y felicidad que Kabosu trajo a su vida y a la de muchos otros.

Kabosu saltó a la fama en 2010 cuando una fotografía de ella con una mirada expresiva, levantando las cejas, se hizo viral. La imagen, que inicialmente fue compartida en el blog de Sato, rápidamente se convirtió en un meme que se utilizaba para burlarse de situaciones cotidianas y absurdas. La imagen del “Doge” no solo se mantuvo popular en internet, sino que trascendió al ámbito cultural, siendo incluso utilizada por legisladores para expresar sus puntos de vista de manera humorística.

La fama de la perrita alcanzó nuevas alturas en 2013 cuando se convirtió en el rostro de la criptomoneda “Dogecoin”. Este hecho no solo solidificó su estatus como un icono de internet, sino que también tuvo un impacto significativo en el mundo financiero. En 2021, Dogecoin experimentó un aumento explosivo en su valor, haciendo millonarios a algunos inversores y cimentando la imagen de Kabosu en la historia de las criptomonedas.

El legado de la mascota como “Doge” ha dejado una marca imborrable en la cultura digital y en los corazones de millones de personas en todo el mundo. Su imagen continuará evocando sonrisas y nostalgia, recordándonos el poder de una simple foto para unir a la gente a través del humor y la ternura.