Gastan “corcholatas” más de 2mdp en primeras dos semanas

En las primeras dos semanas de giras y eventos en busca de la candidatura presidencial por Morena, los cuatro aspirantes han
informado que han gastado un total de 2.7 millones de pesos. El dirigente del partido, Mario Delgado, detalló los gastos reportados
por separado por Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal. Cada uno de los contendientes
podrá gastar hasta cinco millones de pesos durante los 70 días asignados por Morena para darse a conocer en todo el país, antes
de la encuesta que determinará quién será el candidato del movimiento obradorista en las elecciones de 2024. Los recursos
provienen del financiamiento público del partido, en un intento por asegurar una competencia equitativa y la trazabilidad del
dinero desde su origen hasta su aplicación.

Adán Augusto, conocido como el exsecretario de Gobernación, ha rechazado recibir los recursos de Morena y ha anunciado que
pagará su campaña con sus propios “ahorros”. Monreal es el candidato que más ha gastado hasta ahora, reportando un gasto de
916,376 pesos desde el 19 de junio, el primer día de giras. Sheinbaum ha informado un gasto de 868,770 pesos en el mismo período,
mientras que Ebrard ha gastado 385,509 pesos y López ha ejercido 577,584 pesos (aunque este último entregó un informe al 30 de junio).
Delgado aseguró que los aspirantes han proporcionado documentos de respaldo para todos estos gastos, que incluyen boletos de avión,
facturas de hospedaje y comprobantes de impresión de lonas, así como alquiler de sillas, equipos de sonido y escenarios para los mítines.

Presentaron un desglose de todos y cada uno de sus gastos.

Los aspirantes de Morena han presentado un desglose de sus gastos en cuatro categorías: logística de eventos, transporte, hospedaje
y viáticos. En todos los casos, la logística ha representado la mayor inversión, lo que podría ser indicativo del tipo de campaña que están
llevando a cabo y de cuánto apuestan por los mítines costosos. Sheinbaum ha informado el mayor gasto en logística de eventos, con
820,528 pesos, seguida por Monreal con 780,469 pesos, Adán Augusto con 420,666 pesos y Ebrard con 252,747 pesos.

Más allá de la anticipada contienda, el caso particular de Adán Augusto representa un desafío aún mayor. El hecho de que esté
utilizando recursos privados para financiar su proyecto ha generado problemas tanto para el partido como para el Instituto Nacional
Electoral (INE), que está impedido de fiscalizar los gastos, ya que las precampañas aún no han comenzado oficialmente (inician en la
tercera semana de noviembre). Adán Augusto ha declarado que no está legalmente obligado a rendir cuentas de sus gastos, pero lo
hará por motivaciones morales. Por el momento, el partido se ha encargado de supervisar que los aspirantes se mantengan dentro
de los límites mínimos de legalidad en el uso de los recursos. Sin embargo, Delgado reconoció que Adán Augusto solo podría ser
objeto de fiscalización si informara ingresos en forma de donativos de simpatizantes, algo que parece improbable, ya que el exsecretario
ha reiterado que financia su campaña con sus propios ahorros y recursos.

Financiamiento de otras fuentes.

El dirigente no proporcionó información sobre los gastos de los otros dos contendientes en la carrera por la sucesión presidencial:
Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo, y Manuel Velasco, senador del Partido Verde. Delgado explicó que
los partidos de ambos aspirantes son responsables de su financiamiento y la trazabilidad de los recursos. También mencionó que
Noroña se ha quejado de que el PT no le ha proporcionado dinero para sus giras.

El tema de cómo se financian los eventos de los aspirantes de Morena y cuánto han gastado ha generado críticas desde el principio,
tanto dentro como fuera del partido. El INE ha recibido numerosas quejas de la oposición, ya que no han pasado desapercibidas las
campañas de espectaculares y bardas a favor de algunos candidatos. Internamente, Ebrard y Monreal han señalado la intromisión
de funcionarios gubernamentales en la contienda y las costosas campañas de otros participantes.