Jasveen Sangha, conocida como la “Reina de la ketamina” en North Hollywood, enfrenta serias acusaciones tras la muerte del actor Matthew Perry. Según informes recientes, Sangha ha sido vinculada a múltiples sobredosis fatales y ha utilizado su residencia en Hollywood como un centro de venta de drogas dirigido a una clientela de alto perfil.

 

Detalles de la Acusación

 

El 15 de octubre, las autoridades anunciaron el arresto de cinco individuos en relación con la muerte de Perry. Entre ellos se encuentra Sangha, quien supuestamente vendió 50 frascos de ketamina al asistente personal del actor por aproximadamente 11,000 dólares en dos semanas. Durante una búsqueda en su residencia, se descubrió un amplio arsenal de drogas, incluyendo ketamina, metanfetamina y cocaína, junto con balanzas y libros de contabilidad.

 

Martin Estrada, fiscal federal del distrito central de California, detalló que esta es la segunda muerte por sobredosis de ketamina asociada con Sangha. La acusada enfrenta cadena perpetua por cargos que incluyen conspiración para distribuir ketamina, mantenimiento de instalaciones relacionadas con drogas y cinco cargos de distribución de ketamina.

 

Contexto de la Muerte de Matthew Perry

 

Matthew Perry, conocido por su papel icónico como Chandler Bing en la serie “Friends“, había tenido una larga historia de luchas con la adicción. A lo largo de su vida, Perry pasó por numerosas rehabilitaciones y gastó millones de dólares en tratamientos para superar sus problemas con drogas y alcohol. El 28 de octubre de 2023, fue encontrado inconsciente en su jacuzzi en Los Ángeles. La autopsia reveló que la ketamina y la buprenorfina estaban presentes en su sistema, lo que contribuyó a su fallecimiento.

 

Investigación y Consecuencias

 

Sangha, junto con dos médicos y otros coacusados, se enfrenta a graves cargos. Además, su situación se complica con un segundo caso federal pendiente desde marzo, relacionado con la posesión y distribución de metanfetamina.

 

Perspectiva sobre la Ketamina

 

La ketamina, un anestésico disociativo, se utiliza legalmente para la sedación en hospitales y para tratamientos paliativos. Sin embargo, su uso recreativo y su venta ilegal son problemáticas, dado su potencial para causar adicción y efectos alucinógenos.

 

El caso de Sangha subraya la creciente preocupación sobre el tráfico de drogas en círculos de alta influencia y el impacto devastador de estas sustancias en la vida de las personas.

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