Migrantes en protesta se suturan los labios en central de autobuses de Monterrey

Un grupo de 300 migrantes originarios de Centro y Sudamérica protestan en la central de autobuses de Monterrey, Nuevo León, contra las autoridades federales que han impedido su paso hacia la frontera de Estados Unidos

Entre sus peticiones, solicitan que se les deje salir hacia los municipios de Piedras Negras o Ciudad Acuña en Coahuila, sin ningún tipo de agresión o represalia.

“Pedimos que nos resguarden a Piedras Negras o Ciudad Acuña; nosotros no queremos quedarnos aquí, queremos salir del estado, pedimos al Presidente Andrés Manuel López Obrador que hable con el gobernador de Coahuila para que nos dejen avanzar”, destacó uno de los migrantes varados.

Ante ello, algunos de los migrantes protestaron cosiéndose la boca y denunciaron que las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) no les permiten poder continuar su camino por el Puente Colombia, en el municipio de Anáhuac, paso de 14 kilómetros que tiene Nuevo León con la frontera de EU.

Inicialmente 10 personas se cosieron la boca y advirtieron que no de no resolver sus demandas, cada 30 minutos una nueva persona se va a suturar los labios a pesar de que ponga su vida en riesgo.

Los indocumentados señalan que el INM dio la orden a las empresas de autotransporte, de no venderles boletos, sobre todo si se trata de personas de Venezuela o Nicaragua.

Denunciaron que hay mujeres embarazadas que se encuentran varadas en la estación desde hace días, viviendo incertidumbre, sin obtener el reembolso de sus boletos ya adquiridos, sin comer y sin acceso al baño o agua potable.

Pese a tejer un permiso por 30 días que les dieron las autoridades migratorias en Chiapas, este plazo está a punto de terminar en esta semana, por lo que los migrantes solicitan a López Obrador hablar con el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, para que los dejen abordar los transportes a la frontera norte.

Ante esta situación, activistas en pro de los derechos humanos han arribado a la central de autobuses a ofrecer apoyo, alimentos y agua a los migrantes, sin que se tenga una solución en puerta para los afectados.