Expertos en meteorología y cambio climático advierten que los huracanes de categoría 5, los más intensos y devastadores, podrían volverse más frecuentes debido al calentamiento global. El director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, Jorge Zavala, hizo esta declaración durante una conferencia de prensa en la que analizó la rápida intensificación del huracán Otis.
El fenómeno meteorológico Otis, en menos de un día, pasó de ser una tormenta tropical a convertirse en un huracán de categoría 5. Según Zavala, este evento es un indicativo de que este tipo de ciclones serán más comunes en el futuro. Atribuye esta tendencia a los cambios que los océanos están experimentando como resultado del calentamiento global.
A pesar de que no se espera un aumento en el número total de huracanes, se prevé un incremento en su intensidad. Jorge Zavala destacó que “el número total de huracanes no se pronostica que aumentará, pero sí lo harán los de mayor intensidad; uno no se atribuye al cambio climático, pero varios sí”.
Esto implica que, aunque la cantidad de huracanes no cambie significativamente, es probable que aquellos que se formen sean más peligrosos.
Un dato preocupante es que Otis se convirtió en el primer huracán de categoría 5 que tocó tierra sin debilitarse, lo que subraya la gravedad de la situación. En la conferencia de prensa, el experto también señaló que hace tan solo 10 días, ningún organismo meteorológico de México, Estados Unidos, Canadá o alguna universidad hubiera podido predecir que Otis alcanzaría esta categoría. Los huracanes de categoría 5 solo ocurren en aproximadamente una de cada 20 posibilidades y, hasta ahora, rara vez tocaban tierra. Sin embargo, este caso ha demostrado que la tendencia está cambiando.
El aumento de la intensidad de los huracanes plantea desafíos significativos para las comunidades costeras y pone de relieve la importancia de tomar medidas para abordar el cambio climático y reducir sus impactos en los patrones climáticos y los fenómenos meteorológicos extremos. Las autoridades y los científicos continuarán monitoreando de cerca estas tendencias y trabajando en la mejora de las predicciones y la preparación para hacer frente a los huracanes de mayor intensidad.