Asesinato de estudiante en Oaxaca desata ola de indignación

La comunidad de Oaxaca está consternada por el asesinato de Diego Ignacio Paz, un estudiante de 22 años de la Universidad Anáhuac. El joven fue baleado en un puesto de control de alcoholímetro en Santa Lucía del Camino, generando una ola de indignación y demandas de justicia.

Diego Ignacio Paz fue víctima de un tiroteo en un puesto de control de alcoholímetro en la periferia de la capital oaxaqueña. El enfrentamiento se produjo cuando dos civiles, identificados como C. J. R. M. y D. I. P., intentaron evadir el operativo y atropellaron a un oficial de la Policía Vial Municipal. En la persecución que siguió, la policía abrió fuego, hiriendo a los jóvenes. Diego Ignacio falleció en el hospital mientras recibía atención médica.

El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, condenó el incidente y ordenó la detención de los policías municipales implicados. Jara Cruz solicitó a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca una investigación urgente y detallada. En un comunicado, el gobernador afirmó:

“Nada y nadie puede estar por encima de la Ley”.

La Fiscalía General del Estado, liderada por Bernardo Rodríguez Alamilla, ha iniciado una investigación y detenido a uno de los policías involucrados. Además, se asegura que la posible implicación de un segundo oficial está siendo investigada. La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca ha abierto un expediente de queja por un posible abuso de autoridad.

El Ayuntamiento de Santa Lucía del Camino defendió la actuación de los oficiales, alegando que los jóvenes atropellaron a dos policías que se encuentran en terapia intensiva.

Pronunciamientos de la Universidad y la Comunidad

La Universidad Anáhuac Oaxaca ha condenado el acto de violencia y exigido el esclarecimiento de los hechos. En redes sociales, familiares y amigos de Diego Ignacio han expresado su dolor y exigido justicia, destacando el impacto devastador del suceso en la vida del joven estudiante.

El asesinato de Diego Ignacio Paz ha encendido la indignación en Oaxaca, con una creciente demanda de justicia y respuestas. La comunidad local, las autoridades y las organizaciones de derechos humanos están exigiendo una investigación transparente y la rendición de cuentas de los responsables.