Roberto Cavalli, el legendario diseñador que se convirtió en un ícono de la moda italiana, ha fallecido a los 83 años en su ciudad natal de Florencia, tras una batalla contra una enfermedad prolongada. Con más de cuatro décadas de carrera, Cavalli dejó un legado imborrable en la industria de la moda, consolidándose como un verdadero maestro del estilo.
El diseñador, nacido en Florencia en 1940, combinó su innegable talento artístico con un espíritu emprendedor, creando un estilo único que lo llevó al estrellato desde sus inicios en la década de los setenta. A lo largo de su carrera, Cavalli cosechó éxitos y reconocimientos, destacando por su innovación en la impresión en cuero y su habilidad para fusionar materiales y colores en patchwork, lo que le valió la admiración de la industria de la moda.
Su primera incursión en el mundo de la moda se produjo en 1970, cuando presentó su primera colección en el Salón del pret-à-porter de París, catapultándose a la fama mundial. Pronto, sus creaciones se convirtieron en sinónimo de elegancia y sofisticación, atrayendo a celebridades como Brigitte Bardot y Mick Jagger a su primera tienda en Saint-Tropez.
A lo largo de los años, Cavalli continuó expandiendo su imperio, lanzando nuevas marcas como Just Cavalli a finales de los años noventa, que abarcaban desde ropa hasta accesorios, fragancias y más. Su legado perduró incluso después de vender su marca en 2015 y dejar su cargo como director creativo, dejando una marca imborrable en el mundo de la moda.
Además de su talento creativo, Cavalli fue conocido por su vida social glamurosa y sus lujosas fiestas en su villa florentina. A pesar de los altibajos en su vida personal y profesional, Cavalli se mantuvo como un pilar en la industria de la moda italiana, siendo recordado no solo por su genialidad creativa, sino también por su inquebrantable espíritu y su amor por Florencia y su legado perdurará en las pasarelas de todo el mundo. ¡Descanse en paz!