La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tuvo su primera llamada con Donald Trump, en lo que sería su primer diálogo desde que el republicano se consagró vencedor en las elecciones estadounidenses. De acuerdo con la mandataria, la llamada sería de felicitación, aunque subrayó que el momento de tratar la agenda bilateral aún no ha llegado. “Ya habrá ocasión para abordar los temas que nos interesan de manera más detallada”, expresó Sheinbaum.

En su gestión, la mandataria mexicana tiene la intención de mantener encuentros de alto nivel con los próximos integrantes del gobierno de Trump, con el objetivo de discutir aspectos clave como la migración, el comercio bilateral y la seguridad en la región.

El miércoles, Sheinbaum extendió sus felicitaciones a Trump, luego de que la vicepresidenta Kamala Harris reconociera su derrota en las urnas. Además, envió un mensaje de calma a los ciudadanos mexicanos, asegurando que no había motivo para preocuparse por los posibles efectos del resultado electoral en el país, pese a las inquietantes propuestas del presidente electo, que incluyen deportaciones masivas y la imposición de aranceles.

En esa misma jornada, la presidenta de México adelantó que el gobierno ya tiene preparados planes de contingencia ante cualquier eventualidad relacionada con la migración, como el reforzamiento del trabajo consular. No obstante, Sheinbaum evitó dar más detalles al respecto.

A través de sus redes sociales, la mandataria expresó su confianza en que México y Estados Unidos seguirán trabajando juntos “de manera coordinada”, subrayando la importancia de mantener un diálogo constante y el respeto mutuo a las soberanías de ambos países.

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se autoproclamó este miércoles ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos tras obtener, según las proyecciones de los principales medios del país, un total de 277 votos electorales, superando a su rival, la demócrata Kamala Harris, quien acumula hasta el momento 224 votos.

El expresidente, quien ya había adelantado su victoria en un mitin celebrado en Palm Beach, Florida, se mostró confiado tras los primeros resultados parciales, que lo favorecían, además de ganar el voto popular, según el conteo preliminar. Este será un hito histórico, pues será la primera vez en más de un siglo que un expresidente regresa a la Casa Blanca después de haber perdido unas elecciones anteriores (en 2020). También será el primer presidente en asumir el cargo tras haber sido condenado por un delito.

En las elecciones presidenciales, el Colegio Electoral desempeña un papel crucial. Este órgano está compuesto por 538 delegados que representan a cada estado en función de su población. El ganador de cada estado se lleva la totalidad de sus compromisarios, a excepción de Nebraska y Maine. El candidato que alcanza los 270 votos electorales es declarado vencedor.

Augurio de Trump

Acompañado de su familia y altos miembros de su campaña, Trump pronunció un mensaje conciliador, asegurando que su presidencia será para todos los estadounidenses. “Juntos, vamos a hacer un Estados Unidos mejor, y lo haremos poniendo al país en primer lugar”, expresó durante un discurso de menos de 30 minutos en el centro de convenciones de Palm Beach. “El éxito nos unirá, y no los defraudaré”, agregó con un tono optimista.

El expresidente republicano también dedicó palabras de agradecimiento a su familia y a los votantes. Además, hizo un llamado a superar las divisiones de los últimos años y unificar a la nación en torno a un proyecto común. En su intervención, celebró sus victorias en estados clave como Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, y se mostró especialmente orgulloso de haber logrado que el Senado volviera a estar en manos republicanas.

Por su parte, Kamala Harris, la candidata demócrata, optó por posponer el discurso que tenía previsto dar al final de la jornada electoral. Tras conocerse algunos de los resultados más importantes, su campaña anunció que la vicepresidenta hablaría el miércoles.

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están dejando ver, una vez más, la importancia de la relación bilateral con México. Durante las campañas, las propuestas de los dos principales candidatos, Kamala Harris y Donald Trump, no solo abordan las tensiones entre ambas naciones, sino que además tienen el potencial de redefinir aspectos clave de la agenda bilateral en un contexto de alta polarización política.

El escenario que enfrentan ambos países es histórico. Por primera vez, ambos podrían ser gobernados por mujeres al mismo tiempo, una perspectiva que genera tanto expectativas como incertidumbres. La disputa electoral está marcada por una diferencia estrecha de menos del 3% a nivel nacional entre Harris y Trump, y la contienda se mantiene reñida en los siete estados clave que podrían definir el resultado.

Aunque la relación entre México y Estados Unidos abarca múltiples áreas de colaboración, tres temas se destacan como prioritarios para los especialistas consultados: migración, seguridad y el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Según Silvia Núñez García, investigadora del CISAN en la UNAM, y Francisco Gil Villegas, experto en relaciones internacionales del Colegio de México, ambos coinciden en que la relación actual es especialmente compleja.

Mujeres al poder

La llegada de mujeres a los más altos niveles de poder en ambos países podría generar un cambio significativo en la dinámica bilateral. Para Núñez García, esta es una enorme oportunidad para observar cómo las mujeres en puestos de liderazgo podrían abordar temas complejos de una manera distinta. “Ha habido estudios que sugieren que las mujeres en el poder manejan las relaciones internacionales de manera diferente, con mayor empatía y pragmatismo”, comentó.

Por su parte, Gil Villegas ve una posible mejor química entre los líderes si Kamala Harris gana las elecciones. Ambos compartirían no solo el hecho de ser mujeres, sino también una identidad migrante y un trasfondo común relacionado con sus raíces judías. Estas conexiones personales podrían ofrecer una base sólida para el entendimiento mutuo y una relación más fluida en temas clave.

Migración 

La migración sigue siendo uno de los temas más divisivos en la campaña electoral. Donald Trump ha intensificado su discurso antimigrante, un enfoque que ya definió su política entre 2016 y 2020. Desde la Convención Nacional del Partido Republicano en julio, Trump ha retomado la cuestión de la frontera como uno de sus pilares, advirtiendo sobre un endurecimiento de las políticas migratorias si vuelve a la Casa Blanca.

En contraste, el gobierno de México ha reportado un aumento significativo en las detenciones de migrantes en su territorio, con más de 925,000 personas detenidas entre enero y agosto de 2024, el doble que el año anterior.

Las diferencias entre los candidatos en cuanto a la migración son claras, y Núñez García subraya que, si Harris gana, se podría esperar una relación más moderada, en la que México tendría la posibilidad de seguir manteniendo un diálogo fluido, dado que Harris, hija de migrantes, tiene una sensibilidad especial hacia este tema.

Por otro lado, Trump utilizaría la migración como un tema central de su política, lo que podría generar tensiones adicionales con México, especialmente si su retórica se mantiene beligerante.

El futuro del T-MEC 

Otro de los grandes temas de la relación bilateral es el futuro del T-MEC, que sigue siendo uno de los acuerdos comerciales más importantes para ambas naciones. Este tratado, renovado en 2020 y con vigencia hasta 2036, enfrenta un proceso de revisión que comenzará en 2026. Trump ya ha advertido sobre una posible subida de aranceles a los vehículos fabricados en México, lo que genera preocupación sobre el futuro de este acuerdo.

Los datos más recientes indican que México se consolidó como el principal socio comercial de Estados Unidos, con un crecimiento del 4.8% en el primer semestre de 2024. Sin embargo, el tratado no está exento de controversias, especialmente en temas como las reformas constitucionales mexicanas y las leyes energéticas, que podrían entrar en conflicto con disposiciones del T-MEC.

Gil Villegas advierte que, de ganar Trump, es posible que se produzca una ruptura del T-MEC, mientras que la victoria de Harris podría abrir un margen más amplio para la negociación y la búsqueda de soluciones conjuntas que beneficien a ambas partes.

Seguridad

La seguridad, especialmente en lo que respecta al tráfico de fentanilo, ha sido otra área de fricción. El acuerdo “Entendimiento Bicentenario”, firmado en 2021, sustituyó a la “Iniciativa Mérida” y busca abordar de manera conjunta los problemas de seguridad. Sin embargo, la violencia en México sigue en aumento, y la crisis del fentanilo en Estados Unidos ha generado miles de muertes por sobredosis.

México también ha tomado acciones legales, demandando a los fabricantes de armas estadounidenses por su papel en el tráfico ilícito de armas. El narcotráfico sigue siendo un tema central, y ambos gobiernos deben trabajar juntos para enfrentar el crimen organizado, aunque las estrategias para lograrlo pueden variar dependiendo de quién gane las elecciones.

Gil Villegas menciona que, con Trump, hay un riesgo de que Estados Unidos impulse la tipificación del narcoterrorismo como delito, una medida respaldada por fiscales de varios estados en EE. UU., lo que podría tensionar aún más la relación bilateral.

Un futuro incierto

Los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre marcarán un antes y un después en la relación entre México y Estados Unidos. La migración, el comercio y la seguridad seguirán siendo temas cruciales, pero el enfoque y las políticas que cada candidato adopte pueden transformar la dinámica bilateral de maneras impredecibles.

Ambos expertos coinciden en que, independientemente del ganador, es necesario un compromiso de voluntad política para superar los desafíos que enfrenta la relación entre ambos países. Solo a través del diálogo constante y la cooperación se podrán enfrentar los retos comunes y garantizar una relación más estable y constructiva en el futuro.