Expertos advierten que continuarán los microsismos en la CDMX

La actividad sísmica en el poniente de la Ciudad de México persistirá debido a las fallas activas en la cuenca de México, advierte la ingeniera geóloga Marcela Canedo. La zona de Mixcoac ha experimentado al menos cinco temblores en los últimos días, con magnitudes menores a 3.8, indicando movimientos que se han registrado desde la década de 1980. En lo que va de este año, se han reportado 76 microsismos con epicentro en las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Coyoacán, 12 de ellos ocurriendo recientemente.

Marcela Canedo, también académica del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México, explicó que estos microsismos, aunque de baja magnitud, son más frecuentes y estudiados gracias a los avances en los sistemas de monitoreo sísmico.

La magnitud de estos eventos telúricos ha oscilado entre 1 y 3.2, principalmente a profundidades someras, entre uno y 4.6 kilómetros, aunque algunos se han registrado a más de 10 kilómetros de profundidad. Canedo señala que en Mixcoac se están produciendo enjambres sísmicos de magnitud similar en una zona donde el terreno está experimentando fracturas y acumulación de energía sísmica que se libera periódicamente.

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El geólogo Marco Rubio contextualiza la situación recordando que México es un país sísmicamente activo y que la cuenca de México, rodeada por sierras de origen volcánico, presenta sedimentos poco consolidados en el poniente de la ciudad. Rubio sugiere que los movimientos telúricos podrían deberse a reacomodos normales por el asentamiento del terreno debido a construcciones y extracción de agua, factores que han aumentado en las últimas décadas.

El profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM destaca que un grupo de especialistas ha mapeado las fallas en la cuenca de México, identificando zonas de debilidad en la Sierra de Guadalupe, Tepeyac, Mixiuhca, Copilco, Magdalena Contreras, Reforma y Mixcoac.

Por su parte, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, señala que los microsismos son eventos puntuales y, aunque se registraron 28 en mayo pasado y 12 desde el 12 de diciembre, no representan riesgos significativos debido a su baja magnitud. Urzúa destaca que la Ciudad de México ha experimentado un cambio significativo en su carga sísmica debido a la intensificación de construcciones y la extracción de agua, lo que ha llevado a un desplazamiento gradual en fallas menores.