CDMX
Congreso de la CDMX aprueba la Ley Malena para castigar la violencia con ácido
Este jueves, el Congreso de la Ciudad de México (CDMX) ha dado un paso significativo en la lucha contra la violencia de género al aprobar por unanimidad la Ley Malena, también conocida como Ley Ácida, la cual castigará los ataques con sustancias químicas y corrosivas como tentativa de feminicidio. Esta medida, que modifica la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México y el Código Penal local, permitirá que los agresores enfrenten penas de hasta 30 años de prisión.
La votación, realizada el 8 de febrero en el Congreso de la CDMX, contó con el respaldo unánime de 42 votos a favor, mientras que no se registraron votos en contra ni abstenciones. Este contundente respaldo legislativo refleja el compromiso de las autoridades locales para abordar de manera efectiva la problemática de la violencia de género en la capital del país.
PASO IMPORTANTE PARA ELIMINAR LA VIOLENCIA EN CONTRA DE LA MUJER
Durante una conferencia de prensa posterior a la votación, la diputada local Marcela Fuentes ofreció detalles sobre los alcances de la Ley Malena. Según explicó, esta ley considerará los ataques con químicos y corrosivos como violencia ácida, y establecerá un registro de dichas agresiones en la Ciudad de México con el objetivo de implementar políticas públicas que aborden esta problemática de manera integral.
Fuentes también destacó que la Ley Malena contempla que los ataques con ácido, álcalis, sustancias químicas corrosivas, cáusticas, irritantes, tóxicas, inflamables, líquidos a altas temperaturas u otras sustancias que puedan causar lesiones, ya sean internas, externas o ambas, sean considerados como violencia ácida.
Por su parte, la diputada Martha Ávila enfatizó la importancia de cerrar los vacíos legales que podrían revictimizar a las mujeres y poner en riesgo sus vidas e integridad. “Como mujeres, como legisladoras, no podemos permitir que los vacíos legales revictimicen a las mujeres y las coloquen en un riesgo pertinente que ponga en peligro su vida, su integridad y favorezca la impunidad de los agresores”, declaró Ávila.
De acuerdo con datos de la Fundación Carmen Sánchez, en las últimas dos décadas se han registrado al menos 28 ataques con ácido en México. En el 85% de los casos, el autor intelectual fue un hombre, y 5 de los agresores eran parejas sentimentales de las víctimas, mientras que 11 eran exparejas.
La Fundación también destaca que el 94% de estos delitos están impunes, en parte debido a que en la legislación actual, este tipo de agresiones se tipifican como lesiones, cuando en realidad constituyen un intento de feminicidio.
Los efectos de la violencia ácida van más allá de las lesiones físicas, afectando profundamente la salud mental y el bienestar social de las víctimas. Entre los impactos reportados se incluyen deformidades permanentes en el cuerpo, intervenciones quirúrgicas y estéticas, riesgo de infecciones, así como miedo, ansiedad, depresión, pérdida del empleo, rechazo familiar y social, y en algunos casos, la necesidad de depender de terceros para realizar actividades cotidianas.