Internacional
Lula da Silva se lanza a la presidencia de Brasil para impedir segundo mandato de Bolsonaro
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva confirmó este sábado que intentará volver al poder en las elecciones de octubre, para impedir un segundo mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro y “reconstruir” el país.
“Estamos dispuestos a trabajar no solo por la victoria el próximo 2 de octubre, sino para la reconstrucción y transformación de Brasil, que será mucho más difícil que ganar la elección”, dijo Lula durante un acto en Sao Paulo ante unos 4 mil miembros y simpatizantes de su Partido de los Trabajadore (PT) y otros partidos de izquierda que apoyan su candidatura.
Queremos volver para que nadie nunca más ose desafiar nuestra democracia y para que el fascismo vuelva a las cañerías de la historia de las que nunca debería haber salido”, dijo Lula, de 76 años, vistiendo camisa blanca y traje azul, en un escenario decorado con una bandera gigante de Brasil, símbolo frecuentemente asociado al bolsonarismo y a los militantes de derecha.
“Precisamos nuevamente cambiar a Brasil (…) En vez de promesas, presento el inmenso legado de nuestros gobiernos anteriores. Hicimos mucho, pero soy consciente de que todavía es necesario y posible hacer mucho más”, añadió el ícono de la izquierda brasileña, que gobernó el país entre 2003 y 2010.
Su exadversario político y actual compañero de fórmula para la vicepresidencia, el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin (69), participó por videoconferencia tras dar positivo al covid-19.
“Brasil sobrevive hoy al gobierno más desastroso y cruel de su historia (…) Lula es la esperanza que resta”, dijo Alckmin, una figura moderada y poco carismática, pero bien vista por la clase empresarial.
La campaña empieza oficialmente en agosto. Faltando cinco meses para los comicios, las encuestas sugieren que Lula vencería a Bolsonaro en una segunda vuelta.
Lula recuperó sus derechos políticos en 2021, después que el Supremo Tribunal Federal (STF) anulara sus condenas por corrupción en la megacausa “Lava Jato”, por considerar que no fue juzgado con imparcialidad por el exjuez Sergio Moro.
Por una de esas condenas, Lula pasó un año y medio en prisión.