El Parque Ecológico Lago de Texcoco, rescatado del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAICM), está listo para su inauguración, a la espera de la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la fecha de apertura. Así lo informó Iñaki Echeverría, director general de esta reserva natural.
Una Transformación Social y Ambiental
Echeverría destacó que el parque, ubicado en terrenos previamente destinados para el NAICM, ya ha impactado positivamente en la economía local. Sin embargo, enfatizó que su valor trasciende los beneficios económicos tradicionales. El proyecto es una manifestación de justicia social y ambiental, buscando rehabilitar el ecosistema y beneficiar a las comunidades circundantes.
El parque contará con espacios deportivos que incluyen ciclovías, pistas de patinaje y canchas de fútbol, entre otras instalaciones. En su fase inicial, el parque abrirá al público de jueves a domingo, desde las 6:00 a.m. hasta las 9:00 p.m., permitiendo a los visitantes disfrutar tanto del amanecer como del ocaso.
Rutas de Transporte y Empleo Local
Para facilitar el acceso, se establecerán cuatro rutas de transporte público desde Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), conectadas con el metro. Echeverría informó que más del 51% de los trabajadores involucrados en el proyecto provienen de la región, generando empleo local.
El director general subrayó que el parque no solo representa un avance en la infraestructura verde, sino que también ofrece oportunidades para los residentes mediante guías locales y la venta de productos tradicionales.
La rehabilitación del lago de Texcoco tiene un impacto profundo en la ecología local. Este proyecto ayudará a prevenir inundaciones, capturar ozono, generar oxígeno y potencialmente contribuir a la producción de energías limpias. Echeverría subrayó la importancia de conservar este espacio natural, especialmente en un valle que ha perdido casi todos sus cuerpos de agua originales.
El parque se configura como un acto de justicia social y ambiental, y su designación como área natural protegida busca revitalizar el valle de México mediante la integración de infraestructuras bioculturales verdes y azules.