Céline Dion hace aparición en la inauguración de los Juegos Olímpicos.

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La ceremonia de apertura de las olimpiadas rindió homenaje a la Revolución Francesa con el título “Ça ira!” (Saldrá bien), evocando el célebre cántico revolucionario “Ah, ça ira, ça ira, ça ira!”, popularizado por el grupo de metal francés Gojira. Los organizadores se inspiraron en la ceremonia del Bicentenario de la Revolución Francesa, celebrada el 14 de julio de 1989, que tuvo lugar entre el Arco del Triunfo, iluminado de rosa, y la plaza de la Concordia, a dos kilómetros y medio de distancia.

 

Uno de los momentos más destacados de la ceremonia fue la actuación de la icónica cantante canadiense Céline Dion, quien interpretó “l’Hymne à l’amour (Oda al amor)” de Edith Piaf. La presencia de Dion en el evento fue especialmente conmovedora dado que ha estado lidiando con el Síndrome de la Persona Rígida (SPR), una enfermedad neuromuscular rara que le causa severa rigidez y dolor. A pesar de su lucha con la enfermedad, la artista de 56 años mostró un impresionante coraje al subir al escenario.

 

Dion, conocida por su vínculo especial con Francia, donde alcanzó el estrellato con el álbum “D’eux” en 1995, ha compartido recientemente en un documental titulado “Je suis: Céline Dion” su batalla contra esta rara condición. El documental muestra momentos difíciles, incluyendo crisis debido a espasmos y dolor intenso, reflejando la difícil situación que enfrenta.

 

Su participación en la ceremonia de apertura de este evento en París es particularmente significativa, dado que Dion ya había actuado en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.

 

La actuación de Céline Dion, a pesar de sus desafíos personales, subraya su profundo vínculo con la cultura francesa y su inquebrantable espíritu artístico.