Una nueva era para el fútbol femenino se vislumbra con la presentación de la candidatura conjunta de México y Estados Unidos para ser la sede de la Copa Mundial Femenil en 2027. Bajo el lema “New Heights” (Nuevas Alturas), ambas federaciones se han unido en una alianza histórica para impulsar el desarrollo y la visibilidad del fútbol femenino en la región.
Esta colaboración estratégica, anunciada por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y la Federación de Futbol de los Estados Unidos, busca aprovechar al máximo la infraestructura deportiva, el transporte y los protocolos de seguridad que se implementarán un año antes para el Mundial Masculino. Uno de los aspectos destacados es la posibilidad de utilizar estadios con una capacidad para más de 65 mil espectadores, permitiendo así que una amplia audiencia disfrute de este torneo histórico.
Esta será la décima edición del Mundial Femenil, un torneo que ya ha tenido a Estados Unidos como sede en dos ocasiones, en 1999 y 2003. México, por su parte, albergó en 1971 el segundo intento de organizar una Copa del Mundo Femenina, con seis países participantes y Dinamarca como vencedor.
Ivar Sisniega, Presidente Ejecutivo de la FMF, expresó su entusiasmo por esta colaboración: “Estamos encantados de asociarnos con U.S. Soccer para presentar la candidatura a la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027. Todos los equipos que participen podrán experimentar la calidez y el apoyo de nuestros aficionados, que aprecian el futbol femenino y lo demuestran, semana a semana, con el éxito de nuestra liga profesional femenil”.
Por su parte, Cindy Parlow Cone, Presidenta de U.S. Soccer, resaltó el crecimiento global del futbol femenino y la inversión que las federaciones están realizando en este ámbito: “En todo el mundo, las federaciones están empezando a invertir cada vez más en el futbol femenino y se están reescribiendo los récords de ingresos, audiencia y participación”.
LAS ÚNICAS NACIONES CANDIDATAS HASTA EL MOMENTO
Estados Unidos y México, dos naciones en la vanguardia del desarrollo del futbol femenino, están posicionadas de manera única para albergar una Copa Mundial que compartirá las mismas sedes, infraestructura y protocolos utilizados para el torneo masculino un año antes. Este enfoque conjunto no solo busca desbloquear el potencial económico del futbol femenino, sino también enviar un poderoso mensaje a las jóvenes jugadoras en todo el mundo: que no hay límites para lo que pueden lograr.
La FIFA completará las visitas de inspección en febrero de 2024 para determinar las sedes de 2027. La decisión final se tomará en el 74º Congreso de la FIFA, programado para mayo de 2024. Con esta ambiciosa propuesta, México y Estados Unidos buscan no solo organizar un torneo, sino elevar el estatus y la percepción del futbol femenino a nivel mundial.